Patagonia Adventure 2009 - Fiebre y recalentada desertica (3er Parte)

No puedo decir que tengo una provincia que es mi preferida
en la patagonia… todas tienen algo que me gustan, pero ya estábamos a punto de
abandonar a Río Negro para cruzar la frontera e ingresar a la 3er provincia de
nuestro recorrido. Chubut!


La salida fue algo demorada por las dichosas fotos de los delfines, como nos
matamos de risa con ese tema, al salir de Las Grutas el viento comenzó a
golpear con furia a las motos, igual gracias al pequeño “carenadito” que traen
las Smash, las pequeñas corrieron con leve ventaja sobre las mayores.

Nuestra idea era recorrer los casi 260 km que separan Las
Grutas con Puerto Madrym en solo 3 horas, pero el plan solo quedaria en eso… un
simple plan.
Llegamos después de casi 4 horas y media por el maldito viento, pero igual esto
no nos tiro los ánimos abajo ya que si uno se aventura en estas latitudes, sabe
como son las reglas del juego.

Llegamos a la frontera y nos sacamos unas cuantas fotos en
el cartel que da la bienvenida a la provincia, el camino nos mostró varios desafíos
ya que estábamos en el primer tramo de un verdadero desierto donde no hay ni
siquiera un lugar para parar y tomar algo.





Un par perdieron los “Filtros Cónicos” con el viento que se
los arrancaba de cuajo del carburador, imposible agarrarlos ya que el fuerte
viento los sacaba de la ruta arrojándolos con violencia a la banquina, o para
peor, terminando ser pisado por algún camión de cargas pesadas que nos mordía
los talones. Inútil era correr tras los filtros perdidos en el camino.

Llegamos a Puerto Madrym pasado el mediodía, con muchísima hambre y ganas de
almorzar antes de buscar un lugar donde hospedarnos… Al llegar nuestros ojos se
posaron en el mar y la belleza de la ciudad (Madrym es el Punta del Este
Argentino) negocios despampanantes y sumamente prolija como ciudad.

Una curva mas y dimos con la playa, un mar de color azul aun mas profundo,
paradores con música electrónica y una movida impresionante…. Y muchas
cachorritas hermosas con bastante “pielcita” tostada por el sol y la sal de mar
al aire libre… esto nos hizo poner en combustión!

Después de unos actos de seducción de uno de los chicos del
Patagonia Adventure Team, que lograran simpatizar con las chicas del Automóvil
Club Argentino, logramos conseguir un descuento importante para nuestro grupo
de siete personas… no voy a decir cuando pagamos… en Madrym todo es carísimo,
pero las chicas nos dejaron el camping casi regalado!

Se desarmaron las cargas, armado de carpas y empezamos hacer
planes para el día siguiente, ya que había día libre y cada uno podía hacer lo
que quisiera.
El Smash Team decidió practicar buceo en alta mar y descenso a las
profundidades para conocer la fauna marina… el Viajando en Moto Team, un paseo
para Puerto Pirámides, distante a 120 km para la observación de la fauna silvestre
y por que no, la observación y “Tacto” de la fauna femenina.

Fernando (El Tranca) a todo esto consiguió turno con su obra
social para hacerse ver la muela que lo estaba matando, por suerte los horarios
coincidían y después del buceo iría a la dentista a darle término a su
problema.

Esa noche cena bajo las estrellas al aire libre y descanso,
al día siguiente nos esperaban todas estas aventuras.

















A las 8 y sin el equipaje, partimos Javirock, el Gallego, El
Chino y yo hacia Pirámides, que livianas estaban las motos, ya se nos hacia
normal trasladar todos los bártulos encima que habíamos olvidado el modo que
reaccionaban nuestras motos. Los otros chicos tenían horario de buceo a las 10,
hicieron un toque más de cama.

A las afueras de Madrym pasamos por Aluar, unas de las
fabricas de aluminio mas grande del mundo (se dice que el 70% de las latas de
gaseosa del mundo se producen aquí) es tan majestuosa que tiene su propio
puerto de mar. Al poco andar uno sale definitivamente de la ciudad y te
internas en la autentica estepa patagonica, guanacos, libres y aves silvestres
son las verdaderas dueñas del lugar. 45 minutos después uno se interna en la
Península de Valdez y su área protegida para la fauna.

Llegamos a Puerto Pirámides, un poblado de mar muy pintoresco,
donde se mezclan en pocas cuadras, comercios de regalos, playas, acantilados y
mucha gente “loquísima” y algo bohemia.

Es el lugar donde varios se escaparon de Buenos Aires y
adoptaron este lugar como su casa… Tal es asi el caso de una señora (muy bonita
y atractiva por cierto, digna de una canción de Arjona) que dejo de ser abogada
y vivir en Recoleta, decidió ganar tranquilidad y paz, poniéndose un puestos de
Panchos a la calle….”Y see… a las 3 de la tarde cierro el negocio, me compre
unos tubos y salgo a bucear en el mar para relajarme” así nos contaba.

En Pirámides, sus habitantes en su mayoría bucean y es tan común como aquí
andar en bicicleta.

Al llegar había alguien esperándonos, el primo del chino…
otro personaje bohemio y sobre todo nómada que trabaja con el turismo local… un
tipazo que nos contó aneadotas locas de los lugares donde anduvo, un hippie
moderno que alguna vez trajo “rastas” mas largas y que ahora sentó cabeza y
modero su look para trabajar en un hotel 5 estrellas



















Después de algunos chapuzones de playa en Pirámides, cargamos combustible para emprender el
regreso y de repente, mientras disfrutamos de nuestro almuerzo de estacion de
servicios, empezamos a oir el clasico ronroneo del motor de una BMW 1200 y de
la GS650, llegaban al pueblo otros aventureros en moto, Los Biker Kiwis de
Nueva Zelanda haciendo la travesía From New Zeland to Patagonia.


Gente copadísima a mas no poder y con nuestro experimentado
ingles aprendido en la secundaria pudimos mantener una larga charla (aunque parezca
increíble, jajaja) con estos amigos de la ruta. Uno de ellos no dejaba de
mostrar sorpresa al ver las motos con las que nos aventuramos.











La vuelta al camping fue bastante veloz, al llegar nos
encontramos con El Tranca que estaba dentro de la carpa, tapado con su bolsa de
dormir y que no daba señales de vida, tampoco había almorzado… al llegar la
noche tampoco ceno. Nos empezamos a preocupar, el chino le toca la frente
mientras dormía… el veredicto era FIEBRE!!! Y MUCHA!!!

Durante la cena y en ausencia de El Tranca que aun seguía
durmiendo, (lo llamamos varias veces para que coma y nada) decidíamos si al día
siguiente continuaríamos viaje en dirección Oeste, rumbo a Los Andes.
Definitivamente en esas condiciones no podía encarar tan largo trecho y menos
un cruce de desierto en el medio de la nada… Y si le pasaba algo? Que hacíamos?

Por las dudas los despertadores se pusieron a las 6… si se
encontraba bien de salud salíamos a la ruta, sino veríamos que decisión tomar.

Amanece en Madrym, y la voz de Darío me despierta diciéndome
al pie de mi carpa, “El Tranca amaneció bien, quiere salir a la ruta”

Después de un largo interrogatorio si se sentía bien,
decidimos salir… luego nos daríamos cuenta que caímos en su trampa y fue un
error salir así.
Tal vez lo que hizo, fue para no demorar al grupo y con el mejor sentimiento de
su parte, El Tranca tiene un corazón inmenso para todos y por hacer el bien
luego el se perjudicaría.











Mucho transito y ruta en construcción rumbo a Trelew, en
esta ciudad te da la impresión de estar en Capital Federal, desbole de transito
y una locura de gente. Solo entramos para visitar una casa de motos y comprar
aceite a modo de precaución para atravesar la nada.

Allí dimos con el local de un hombre grande, Don Chiche… que
tiene a cargo ChicheMotos. Aquí hay de todo un poco y bastante completo. Le dio
terrible emoción vernos que salio de su local a ver nuestras motos… y entre
nostalgia nos contó sus aventuras con su vieja Gilera Sport 150 cuando iba de
Trelew a Madrym cruzando el desierto y ni siquiera había caminos del todo
marcados. La bendición de este motoquero ya entrado en años y con muchas
aventuras en su vida pero que a esta altura abandono las rutas, nos dio fuerza
para encarar otro reto más…. Al retirarnos de su local, lo vimos a través de
nuestros espejos retrovisores y pudimos darnos cuenta que al “querido viejito”
se le iluminaban sus ojos de alegría… algo vio reflejado en nosotros… valla a
saber!

















Pasamos el poblado Gales de Gaiman y Dolavon y encaramos
hacia Dique Ameguino, lugar del que solo conocía en mapa y que varios me
dijeron que estaba bueno visitar el pueblo… en la mitad del trayecto y en el
medio de la nada, a El Tranca lo vimos morder peligrosamente la banquina un par
de veces… y no solo eso, cabecear un tanto de veces mas poniéndonos en alerta y
obligarlo a frenar.

El Tranca volaba de fiebre y la llega a Ameguino se nos hizo larga por estar
pendiente de su salud que para esta altura iba para atrás

Breve visita al dique y su espejo de agua de color turquesa,
bajamos al pueblo a las chapas, armamos camping y mientras los chicos
terminaban de armar campamento lo llevamos “de un ala” al hospitalito local
para que lo vieran.

Al salir del consultorio, me cuenta que le dieron “una
pichicata” de penicilina… la carpa estaba armada, asi como vino del hospital se
acostó a dormir, esa noche tampoco ceno…
Nosotros si lo hicimos y bajo la luz de las estrellas, esos cielos maravillosos
que solo la patagonia puede regalarte.


Ameguino solo era una parada técnica, solo de una noche,
esta vez decidimos quedarnos un día más hasta que “Fer” se recupere del todo. Y
si era necesario quedarnos mas tiempo!

Mientras disfrutábamos de la cena, a la luz de las estrellas
el quedo durmiendo en la carpa… casi como muerto… no dio señales de vida… hasta
el día siguiente!


Continuara....

che muy buen relato james sos escritor o algo asi loco?jaja q bueno q va la aventura la verdad. che maestro tu moto es un verdadero clon de la mia aunque yo le hice otras cositas tambien. q siga el relato eh?

muy buen relato, muy bien detallado, me hace sentir que viaje con ustedes. Que cosas han vivido, eh? fascinante!!

muy buenas fotos tambien.
sigo las etapas de sus viajes muy de cerca, estan muy entretenidas.

Saludos.

simplemente IMPECABLE todo, como siempre!
saludos gente y a seguir sumando kilometros!

la verdad muchachos su viaje me dan muchas ganas de salir a rutear.
lastima lo de fer, pero es ese espiritud de aventurero el que lo obligo a salir en las condiciones en la que se encontraba