VIAJE LARGO
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VIAJE LARGO
el 5 de enero salimos a recorrer rutas una twister una cg y mi mondial 250, partimos para mendoza de ahi a sierra de la quijada (san luis) y de ahi a cordoba.es mi primer viaje largo, aproximadamente 3000 kms, desde ya estan invitados a participar. pero por ser este mi primer viaje estoy falto de experiencia, cualquier recomendacion o consejo sera bienvenido amigos,
Invitado- Invitado
Re: VIAJE LARGO
Que lindo viajecito turco espero que las pasen bien y de mi parte una recomendacion pasala bien y trae muchas fotos.
Invitado- Invitado
Re: VIAJE LARGO
Este es un articulo de una revista española, muy bueno certero y con un toke de humor.
1
NOS VAMOS YA, ¿O QUÉ?
Consejos, comentarios e ideas para preparar bien un viaje en moto.
Enredando con mapas, revisando la moto, ojeando revistas,
recontando nuestros ahorros, renovando el pasaporte, comprobando
la presión de nuestras pelotas –hinchadas tras un año de duro y
esclavista trabajo- e iniciando la cuenta atrás de lo que nos queda
para las vacaciones. Así estamos muchos, preparando nuestro mes
de carretera. Lo llaman ilusión.
Pero, ¡ay, amigos! un viaje en moto no es ninguna tontería. Hay que
hacer bien las cosas si no queremos regresar antes de tiempo con los
bolsillos vacíos, un ojo negro y la moto subida en un camión.
¡Tenemos que preparar nuestro viaje!
¿QUE NECESITAMOS?
Para hacer un viaje en moto, evidentemente, necesitamos una moto.
¿Y qué moto? Da igual. Se puede viajar en una megarutera, en una
Cady, en una R, en una clásica o en un carrito de polos. Lo único que
se debe tener en cuenta es que cada tipo de moto tiene sus ventajas
y sus inconvenientes. Vamos, que la tuya te sirve perfectamente. Lo
de la moto no es un problema. ¡Una cosa resuelta!
2
¿Qué más necesitamos? Claro, necesitamos dinero. Pero no creáis
que esto supone un problema muy grave. Basta con acomodar
nuestro viaje a nuestras posibilidades económicas. Es decir, si andas
a dos velas ni te plantees una ruta por los Paradores. Por supuesto,
es mucho mejor dormir en una cama que en el banco de un parque,
así que (seguramente llego tarde para dar este consejo), ponte a
ahorrar desde ya. No es muy divertido viajar fumándote las colillas
que han tirado otros fumadores y bebiéndote los culines de los
cubatas que algunos inconscientes han dejado sin terminar. No
obstante, hay gente que ha logrado sobrevivir vaciando los platillos
de las propinas de las terrazas de verano. Es una cuestión de
habilidad.
¿Alguna cosa más? Sí, lo más difícil de conseguir. Nos hace falta
tiempo, un buen viaje en moto necesita, por lo menos, 20 días libres.
Con 30 se logran resultados excelentes. Si se tienen 90 es posible
que por fin se olviden de ti en la Dirección General de Policía y si
puedes gozar de todo un año es que te has jubilado o te ha tocado la
bono-loto.
A veces tienes tiempo, pero tu suegra quiere que vayas a la boda de
la hortera de la prima Puri, o tu novia pretende que vayas a conocer
a sus primos que son majísimos, o tu madre quiere que cuides del
abuelito, o...¡Mándalos al guano! Solo son vampiros de tiempo
disfrazados de familiares. Esto del tiempo sí que es un problema
irresoluble.
Pero bueno, supongamos que tenemos una moto normal y corriente,
un mes de vacaciones y una cuenta corriente que goza de buena
salud. ¡Vamos a organizarlo todo!
¿SOLO O ACOMPAÑADO?
He aquí el primer dilema que se nos presenta cuando preparamos un
viaje. ¿Nos vamos de "lonely rider" o nos las piramos con algún
amigo/s? Sopesemos las ventajas de cada caso:
En solitario:
- No tienes que discutir con nadie (cuanta más gente, más violenta
resulta la discusión).
- Tu dinero es solo tuyo.
- Vas a donde te da la gana sin consultarlo.
- No tienes que aguantar sus borracheras (de él o de ellos).
- Cuando pillas con una gachí no tienes que aguantar que se te
enfaden porque les dejas colgados.
- Nadie te gorronea tabaco.
3
-.....................(rellena con tus propias ideas).
En compañía:
- Tienes alguien con quien hablar en medio del desierto.
- Puedes compartir presupuesto y ahorras gastos.
- Vas a dónde tú propones imponiéndote a mamporros al resto del
grupo (así se hace ejercicio).
- Tus compañeros te llevan a la cama cuando la borrachera te supera.
- Cuando uno de tus amigos pilla con una gachí los demás tenéis
posibilidades con alguna de sus amigas.
- Siempre hay alguien al que gorronear tabaco.
-......................(rellena con tus propias anti-ideas).
Como veis, ésta es una cuestión sin solución clara. La opción elegida
dependerá de tu propio carácter. Eso sí, voy a daros un consejito. Si
optas por ir en grupo, y de tienda de campaña, que cada uno se lleve
su tienda. Yo no pienso ir a separaros a las 5 de la mañana cuando os
estéis matando porque uno se ha "peído" o porque otro ronca.
EQUIPAJE Y EQUIPAMIENTO
En moto, el equipaje debe ser como el sostén de una cupletista,
cuanto más pequeño y ligero, mejor. Se trata de no llevar volúmenes
engorrosos ni un peso inaguantable, y de que cada vez que
descarguemos la moto, podamos llevarlo todo sin que se nos parta la
espalda. Al mismo tiempo debemos lograr que lo que llevemos sea
absolutamente necesario. ¡No acarrear nada inútil!; justo como un
buen matrimonio (si es que hay esa clase de matrimonios).
Cada persona debería llevar un conjunto de ropa de repuesto mínimo
(os recuerdo que hay lavanderías y que en los hoteles tú mismo
puedes transformar tu bañera en una formidable lavadora manual).
Más de dos mudas sería un exceso intolerable. Y la habilidad
previsora consiste en que en su momento podamos disponer de ropa
apta lo mismo para un día caluroso (el nudismo está perseguido en
algunos países) que para un día de lluvia (hay chubasqueros de esos
que se ponen encima de todo y que caben bajo el asiento que son
una maravilla).
El neceser de aseo personal se puede confeccionar a base de
botecitos de esos que te dan de regalo con la compra del
megaenvase familiar de 18 litros (recuerdo aquí que al motorista se
le perdona un cierto desaliño y falta de aseo personal por su peculiar
modo de vida y autotransporte).
4
Yo recomiendo, esto es una opinión personal (y como decía Harry "el
sucio", las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene una),
que os llevéis una tienda individual (de esas que venden para
cicloturismo que ocupan lo que un paquete de kleenex y pesan –es el
caso de la mía- menos de 1,5 kg) y un saco bien comprimido
(también de los que usan los bicicleteros). Aunque penséis ir de hotel
en hotel, tened en cuenta que en ocasiones pueden surgir imprevistos
o que apetezca pasar la noche en un lugar salvaje y sin
infraestructura hotelera (esos son los mejores destinos).
Durante el viaje, esto es, en la conducción; yo apuesto por el cuero o
el terno tipo barbour. Sí, aunque haga muchísimo calor (ya veréis
como se os ocurra ir en manga corta y luego notéis que el aire
caliente os ha abrasado la piel..., entonces os acordareis de este
imbécil que propone ir de cuero por Extremadura en agosto). Ahora,
un truco muy bueno para no deshidratarse al circular sin tener que
parar cada veinte kilómetros en un bar: Se trata de una especie de
joroba de agua fresquita que los bicicleteros y los del enduro llevan a
la espalda con un tubito y van chupando. ¡Funciona estupendo!
Además, hay que pensar en la moto, que también tiene sus
necesidades. No olvidéis preparar un bien pensado cajetín de
herramientas (no se trata de que hagáis un cambio de segmentos en
el arcén, debéis pensar en pequeñas caídas, en ligeros pero molestos
desperfectos y en las averías más comunes con que os castigue
vuestra moto). En caso de viajes-aventura yo buscaría la manera
más sencilla y efectiva de reparar neumáticos y llevaría repuestos
para muchas piezas vitales. Y para cualquier viaje largo (sin aventura
ni nada), siempre es aconsejable llevar una maneta y un reposapiés
de repuesto por si se os cae la moto en un aparcamiento. Y que no se
os olvide un rollo de cinta americana y unos metros de cable
eléctrico.
Luego hay que acordarse de la ley y el orden público. No os dejéis en
la mesita de noche la documentación al día (la poli nunca duerme y
aparece cuando menos se la espera, son como unas almorranas de
uniforme). Aseguraos de que tenéis una asistencia en viaje del
seguro efectiva (si vais de viaje-aventura olvidaos de esto último y
llevaos cuentas de vidrio para intercambiar con los nativos).
Y por último, nos asalta el pánico: ¿cómo llevamos todo esto? Tú
sabrás, tío. Hay bauletes, alforjas, maletas, bolsas-sobredepósito y
hasta las más simples mochilas amarradas con redes o pulpos. ¿¡O es
que te lo tengo que decir todo yo!?
5
¿DÓNDE DORMIMOS?
Veamos; ¿cómo andamos de pelas?, ¿cómo estamos de la columna?,
¿todo bien? Pues entonces lo ideal es alternar los hotelitos recoletos y
agradables con las noches en tu tienda de campaña, en lugares
idílicos, dormitando bajo las estrellas. ¿Qué no nadáis en el dólar
pero gozáis de una salud física envidiable? Pues a gitanear en la
tienda que también tiene su encanto. ¿Ni dinero ni cervicales en buen
estado? Pues te quedas en casa y te bajas todas las tardes al Hogar
del Jubilado a jugar una partidita de dominó con el resto de momias,
digo, perdón, de pensionistas.
Eso sí, la mejor relación calidad/precio en esto de la hostelería se
consigue siguiendo ciertas premisas: En España un hostal es siempre
más barato que un hotel. Una pensión es más barata que un hostal.
En una pensión puedes oír trotar a las pulgas bajo tu cama. El resto
de establecimientos hoteleros carece de zoológico. Un
establecimiento en una ciudad es siempre más caro que otro similar
en un pueblo cercano. Lo que se anuncia como hotel pero está
pintado de rosa y tiene un cartel de neón rojo que pone Jessica's no
es un hotel. Una casa rural suele ser la mejor opción, pero hay que
reservar porque están siempre plagadas de matrimonios catalanes
con dos niños. La acampada libre siempre es mejor que un camping.
Recordad que un camping no es otra cosa que un campamento de
refugiados kurdos de pago. En el extranjero, todo lo anterior sigue
siendo válido si tenéis en cuenta que cambian de nombre a las
diferentes categorías hosteleras. Para cada país confeccionaos
vuestra propia tabla de analogías. Pero ¡desconfiad de Italia! pues allí
no siempre se corresponde la categoría oficial del hotel con la calidad
de las instalaciones.
¿CON QUIÉN DORMIMOS?
Nos engañaríamos a nosotros mismos si no reconociésemos que uno
de los objetivos de cualquier viaje es el siempre cochino y cansado
pero divertido sexo. El que diga que viaja exclusivamente por cultura
o por disfrutar de la naturaleza está mintiendo. Y si no, ...¿por qué en
todas las guías turísticas de este planeta siempre aparece una maciza
en la portada? Reconozcámoslo, somos unos guarros. Y esto del sexo
se basa en dos cuestiones:
1.- ¿me lo llevo puesto o me lo busco por el camino? (traducción:
¿me voy con la novia o me la dejo en casa?).
2.- ¿pago o intento entrar en colada? (traducción: no necesita
traducción, tío asqueroso, que lo has entendido perfectamente).
Y al final, la respuesta a estas preguntas es siempre la misma.
6
Vuelves a casa y en un bar les cuentas a tus amigos que te has
puesto ciego a pibitas y que, para machote tú, cuando en realidad no
te has comido ni los mocos.
¿DÓNDE COMEMOS?
Aunque no os lo creáis, esto, al final, cuando haces recuento al volver
a casa, es lo que resulta más costoso. Pero hay soluciones para que
este asunto no nos amargue el viaje. Mis recomendaciones son:
1.- Un restaurante para turistas de esos que anuncian comida típica
se distinguen por sus escasas raciones y sus extensas facturas.
2.- Un restaurante para camioneros (perdón, hoy transportistas) se
distingue por sus extensas raciones y sus escasas facturas.
3.- Ni que decir tiene que la cocinera del restaurante de carretera
sabe mucho más de su oficio que el artista restaurador del pesebre
para sibaritas.
4.- Si estás lejos de las rutas transitadas sigue a la primera cuadrilla
de albañiles, peones camioneros o currelas sin clasificar, a la hora del
almuerzo. Ellos sí que son un perfecto indicio del mejor menú por el
menor precio. Son mil veces mejor que la guía Michelín y funcionan
gratis.
5.- Y el mejor almuerzo es el que te montas tú con un buen jamón,
un taco de queso, un racimo de uvas y una botella de buen vino en
un lugarejo agradable paisajísticamente.
6.- Los supermercados te abastecerán cuando todo falle.
¿LE ECHAMOS UN VISTAZO A LA MOTO?
Tú sabrás como tienes la moto, pero si contamos, de entrada, con un
motor en condiciones yo revisaría (por este orden): neumáticos (un
manómetro de bolsillo es un estupendo compañero de viaje), radios
(si los hay) y llantas, suspensiones (cambiar el aceite de horquilla por
primera vez en los últimos 5 años no estaría de más), frenos
(pastillas, zapatas, líquido...), transmisión, correa o cadena y piñones
(sale más barato cambiar que un disgustillo), limpieza de
carburadores y filtro de aire (en verano es cuando más polvo chupa
un filtro y a veces un cambio viene bien), encendido, bujías
(¡cámbialas, coño, que son 500 pelas!) y un apriete de tornillería
nunca sobra.
Y lo más importante: ¡no dejes la revisión para el último día!
Recuerda que las motos siempre se averían al día siguiente de la
visita al taller (esto es una ley física infalible) y que conviene hacer
por lo menos 200 kilómetros con la moto (para cerciorarse de que
todo va bien) antes de salir de viaje.
¿POR DÓNDE VAMOS?
Sí, no queda más remedio que hacerse con un buen mapa. Y la cosa
está difícil si vais al extranjero. Si el destino es otro país de Europa
no os queda más remedio que visitar una buena librería especializada
en cartografía e ir comparando hasta elegir el que mejor pinta tenga
(que no siempre será el mejor). Esto, o perderte buscando mapas en
Internet.
La escala ideal para hacer carretera es 1:200.000. Si vais a los USA
lo tenéis a huevo, os compráis en el primer revistero yanqui el Rand
Mcnally Road Atlas y os despreocupáis del asunto. Si vais a África o a
la extinta Unión Soviética no os compréis un mapa, compraos un AK-
47 y varias cajas de munición. Si vais a Sudamérica, pasad de mapas
y preguntad a los nativos; ¡cualquier ocasión es buena para
desarrollar la habladera que todo latinoamericano lleva dentro!
Y si vais a España la cosa se pone fácil. Para planear el viaje lo mejor
es visitar www.guiacampsa.com (si tienes Internet) o una oficina muy
graciosa que seguro que hay en la capital de tu provincia y que da en
llamarse Instituto Geográfico Nacional. Allí te compras mapas
provinciales 1:200.000 si vas por carretera o los típicos de 1:25.000
y 1:50.000 si quieres aventurarte por el campo. Está fenomenal y es
barato.
¿POR DÓNDE VOLVEMOS?
Pero vamos a ver, ¿tú eres idiota, o qué te pasa? Si hacemos un viaje
es con la esperanza de no tener que volver a la misma rutina de
siempre. Tú planea el viaje hasta el destino, que de la vuelta ya se
encargará la providencia. Suerte, y ¡BUEN VIAJE!
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NOS VAMOS YA, ¿O QUÉ?
Consejos, comentarios e ideas para preparar bien un viaje en moto.
Enredando con mapas, revisando la moto, ojeando revistas,
recontando nuestros ahorros, renovando el pasaporte, comprobando
la presión de nuestras pelotas –hinchadas tras un año de duro y
esclavista trabajo- e iniciando la cuenta atrás de lo que nos queda
para las vacaciones. Así estamos muchos, preparando nuestro mes
de carretera. Lo llaman ilusión.
Pero, ¡ay, amigos! un viaje en moto no es ninguna tontería. Hay que
hacer bien las cosas si no queremos regresar antes de tiempo con los
bolsillos vacíos, un ojo negro y la moto subida en un camión.
¡Tenemos que preparar nuestro viaje!
¿QUE NECESITAMOS?
Para hacer un viaje en moto, evidentemente, necesitamos una moto.
¿Y qué moto? Da igual. Se puede viajar en una megarutera, en una
Cady, en una R, en una clásica o en un carrito de polos. Lo único que
se debe tener en cuenta es que cada tipo de moto tiene sus ventajas
y sus inconvenientes. Vamos, que la tuya te sirve perfectamente. Lo
de la moto no es un problema. ¡Una cosa resuelta!
2
¿Qué más necesitamos? Claro, necesitamos dinero. Pero no creáis
que esto supone un problema muy grave. Basta con acomodar
nuestro viaje a nuestras posibilidades económicas. Es decir, si andas
a dos velas ni te plantees una ruta por los Paradores. Por supuesto,
es mucho mejor dormir en una cama que en el banco de un parque,
así que (seguramente llego tarde para dar este consejo), ponte a
ahorrar desde ya. No es muy divertido viajar fumándote las colillas
que han tirado otros fumadores y bebiéndote los culines de los
cubatas que algunos inconscientes han dejado sin terminar. No
obstante, hay gente que ha logrado sobrevivir vaciando los platillos
de las propinas de las terrazas de verano. Es una cuestión de
habilidad.
¿Alguna cosa más? Sí, lo más difícil de conseguir. Nos hace falta
tiempo, un buen viaje en moto necesita, por lo menos, 20 días libres.
Con 30 se logran resultados excelentes. Si se tienen 90 es posible
que por fin se olviden de ti en la Dirección General de Policía y si
puedes gozar de todo un año es que te has jubilado o te ha tocado la
bono-loto.
A veces tienes tiempo, pero tu suegra quiere que vayas a la boda de
la hortera de la prima Puri, o tu novia pretende que vayas a conocer
a sus primos que son majísimos, o tu madre quiere que cuides del
abuelito, o...¡Mándalos al guano! Solo son vampiros de tiempo
disfrazados de familiares. Esto del tiempo sí que es un problema
irresoluble.
Pero bueno, supongamos que tenemos una moto normal y corriente,
un mes de vacaciones y una cuenta corriente que goza de buena
salud. ¡Vamos a organizarlo todo!
¿SOLO O ACOMPAÑADO?
He aquí el primer dilema que se nos presenta cuando preparamos un
viaje. ¿Nos vamos de "lonely rider" o nos las piramos con algún
amigo/s? Sopesemos las ventajas de cada caso:
En solitario:
- No tienes que discutir con nadie (cuanta más gente, más violenta
resulta la discusión).
- Tu dinero es solo tuyo.
- Vas a donde te da la gana sin consultarlo.
- No tienes que aguantar sus borracheras (de él o de ellos).
- Cuando pillas con una gachí no tienes que aguantar que se te
enfaden porque les dejas colgados.
- Nadie te gorronea tabaco.
3
-.....................(rellena con tus propias ideas).
En compañía:
- Tienes alguien con quien hablar en medio del desierto.
- Puedes compartir presupuesto y ahorras gastos.
- Vas a dónde tú propones imponiéndote a mamporros al resto del
grupo (así se hace ejercicio).
- Tus compañeros te llevan a la cama cuando la borrachera te supera.
- Cuando uno de tus amigos pilla con una gachí los demás tenéis
posibilidades con alguna de sus amigas.
- Siempre hay alguien al que gorronear tabaco.
-......................(rellena con tus propias anti-ideas).
Como veis, ésta es una cuestión sin solución clara. La opción elegida
dependerá de tu propio carácter. Eso sí, voy a daros un consejito. Si
optas por ir en grupo, y de tienda de campaña, que cada uno se lleve
su tienda. Yo no pienso ir a separaros a las 5 de la mañana cuando os
estéis matando porque uno se ha "peído" o porque otro ronca.
EQUIPAJE Y EQUIPAMIENTO
En moto, el equipaje debe ser como el sostén de una cupletista,
cuanto más pequeño y ligero, mejor. Se trata de no llevar volúmenes
engorrosos ni un peso inaguantable, y de que cada vez que
descarguemos la moto, podamos llevarlo todo sin que se nos parta la
espalda. Al mismo tiempo debemos lograr que lo que llevemos sea
absolutamente necesario. ¡No acarrear nada inútil!; justo como un
buen matrimonio (si es que hay esa clase de matrimonios).
Cada persona debería llevar un conjunto de ropa de repuesto mínimo
(os recuerdo que hay lavanderías y que en los hoteles tú mismo
puedes transformar tu bañera en una formidable lavadora manual).
Más de dos mudas sería un exceso intolerable. Y la habilidad
previsora consiste en que en su momento podamos disponer de ropa
apta lo mismo para un día caluroso (el nudismo está perseguido en
algunos países) que para un día de lluvia (hay chubasqueros de esos
que se ponen encima de todo y que caben bajo el asiento que son
una maravilla).
El neceser de aseo personal se puede confeccionar a base de
botecitos de esos que te dan de regalo con la compra del
megaenvase familiar de 18 litros (recuerdo aquí que al motorista se
le perdona un cierto desaliño y falta de aseo personal por su peculiar
modo de vida y autotransporte).
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Yo recomiendo, esto es una opinión personal (y como decía Harry "el
sucio", las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene una),
que os llevéis una tienda individual (de esas que venden para
cicloturismo que ocupan lo que un paquete de kleenex y pesan –es el
caso de la mía- menos de 1,5 kg) y un saco bien comprimido
(también de los que usan los bicicleteros). Aunque penséis ir de hotel
en hotel, tened en cuenta que en ocasiones pueden surgir imprevistos
o que apetezca pasar la noche en un lugar salvaje y sin
infraestructura hotelera (esos son los mejores destinos).
Durante el viaje, esto es, en la conducción; yo apuesto por el cuero o
el terno tipo barbour. Sí, aunque haga muchísimo calor (ya veréis
como se os ocurra ir en manga corta y luego notéis que el aire
caliente os ha abrasado la piel..., entonces os acordareis de este
imbécil que propone ir de cuero por Extremadura en agosto). Ahora,
un truco muy bueno para no deshidratarse al circular sin tener que
parar cada veinte kilómetros en un bar: Se trata de una especie de
joroba de agua fresquita que los bicicleteros y los del enduro llevan a
la espalda con un tubito y van chupando. ¡Funciona estupendo!
Además, hay que pensar en la moto, que también tiene sus
necesidades. No olvidéis preparar un bien pensado cajetín de
herramientas (no se trata de que hagáis un cambio de segmentos en
el arcén, debéis pensar en pequeñas caídas, en ligeros pero molestos
desperfectos y en las averías más comunes con que os castigue
vuestra moto). En caso de viajes-aventura yo buscaría la manera
más sencilla y efectiva de reparar neumáticos y llevaría repuestos
para muchas piezas vitales. Y para cualquier viaje largo (sin aventura
ni nada), siempre es aconsejable llevar una maneta y un reposapiés
de repuesto por si se os cae la moto en un aparcamiento. Y que no se
os olvide un rollo de cinta americana y unos metros de cable
eléctrico.
Luego hay que acordarse de la ley y el orden público. No os dejéis en
la mesita de noche la documentación al día (la poli nunca duerme y
aparece cuando menos se la espera, son como unas almorranas de
uniforme). Aseguraos de que tenéis una asistencia en viaje del
seguro efectiva (si vais de viaje-aventura olvidaos de esto último y
llevaos cuentas de vidrio para intercambiar con los nativos).
Y por último, nos asalta el pánico: ¿cómo llevamos todo esto? Tú
sabrás, tío. Hay bauletes, alforjas, maletas, bolsas-sobredepósito y
hasta las más simples mochilas amarradas con redes o pulpos. ¿¡O es
que te lo tengo que decir todo yo!?
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¿DÓNDE DORMIMOS?
Veamos; ¿cómo andamos de pelas?, ¿cómo estamos de la columna?,
¿todo bien? Pues entonces lo ideal es alternar los hotelitos recoletos y
agradables con las noches en tu tienda de campaña, en lugares
idílicos, dormitando bajo las estrellas. ¿Qué no nadáis en el dólar
pero gozáis de una salud física envidiable? Pues a gitanear en la
tienda que también tiene su encanto. ¿Ni dinero ni cervicales en buen
estado? Pues te quedas en casa y te bajas todas las tardes al Hogar
del Jubilado a jugar una partidita de dominó con el resto de momias,
digo, perdón, de pensionistas.
Eso sí, la mejor relación calidad/precio en esto de la hostelería se
consigue siguiendo ciertas premisas: En España un hostal es siempre
más barato que un hotel. Una pensión es más barata que un hostal.
En una pensión puedes oír trotar a las pulgas bajo tu cama. El resto
de establecimientos hoteleros carece de zoológico. Un
establecimiento en una ciudad es siempre más caro que otro similar
en un pueblo cercano. Lo que se anuncia como hotel pero está
pintado de rosa y tiene un cartel de neón rojo que pone Jessica's no
es un hotel. Una casa rural suele ser la mejor opción, pero hay que
reservar porque están siempre plagadas de matrimonios catalanes
con dos niños. La acampada libre siempre es mejor que un camping.
Recordad que un camping no es otra cosa que un campamento de
refugiados kurdos de pago. En el extranjero, todo lo anterior sigue
siendo válido si tenéis en cuenta que cambian de nombre a las
diferentes categorías hosteleras. Para cada país confeccionaos
vuestra propia tabla de analogías. Pero ¡desconfiad de Italia! pues allí
no siempre se corresponde la categoría oficial del hotel con la calidad
de las instalaciones.
¿CON QUIÉN DORMIMOS?
Nos engañaríamos a nosotros mismos si no reconociésemos que uno
de los objetivos de cualquier viaje es el siempre cochino y cansado
pero divertido sexo. El que diga que viaja exclusivamente por cultura
o por disfrutar de la naturaleza está mintiendo. Y si no, ...¿por qué en
todas las guías turísticas de este planeta siempre aparece una maciza
en la portada? Reconozcámoslo, somos unos guarros. Y esto del sexo
se basa en dos cuestiones:
1.- ¿me lo llevo puesto o me lo busco por el camino? (traducción:
¿me voy con la novia o me la dejo en casa?).
2.- ¿pago o intento entrar en colada? (traducción: no necesita
traducción, tío asqueroso, que lo has entendido perfectamente).
Y al final, la respuesta a estas preguntas es siempre la misma.
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Vuelves a casa y en un bar les cuentas a tus amigos que te has
puesto ciego a pibitas y que, para machote tú, cuando en realidad no
te has comido ni los mocos.
¿DÓNDE COMEMOS?
Aunque no os lo creáis, esto, al final, cuando haces recuento al volver
a casa, es lo que resulta más costoso. Pero hay soluciones para que
este asunto no nos amargue el viaje. Mis recomendaciones son:
1.- Un restaurante para turistas de esos que anuncian comida típica
se distinguen por sus escasas raciones y sus extensas facturas.
2.- Un restaurante para camioneros (perdón, hoy transportistas) se
distingue por sus extensas raciones y sus escasas facturas.
3.- Ni que decir tiene que la cocinera del restaurante de carretera
sabe mucho más de su oficio que el artista restaurador del pesebre
para sibaritas.
4.- Si estás lejos de las rutas transitadas sigue a la primera cuadrilla
de albañiles, peones camioneros o currelas sin clasificar, a la hora del
almuerzo. Ellos sí que son un perfecto indicio del mejor menú por el
menor precio. Son mil veces mejor que la guía Michelín y funcionan
gratis.
5.- Y el mejor almuerzo es el que te montas tú con un buen jamón,
un taco de queso, un racimo de uvas y una botella de buen vino en
un lugarejo agradable paisajísticamente.
6.- Los supermercados te abastecerán cuando todo falle.
¿LE ECHAMOS UN VISTAZO A LA MOTO?
Tú sabrás como tienes la moto, pero si contamos, de entrada, con un
motor en condiciones yo revisaría (por este orden): neumáticos (un
manómetro de bolsillo es un estupendo compañero de viaje), radios
(si los hay) y llantas, suspensiones (cambiar el aceite de horquilla por
primera vez en los últimos 5 años no estaría de más), frenos
(pastillas, zapatas, líquido...), transmisión, correa o cadena y piñones
(sale más barato cambiar que un disgustillo), limpieza de
carburadores y filtro de aire (en verano es cuando más polvo chupa
un filtro y a veces un cambio viene bien), encendido, bujías
(¡cámbialas, coño, que son 500 pelas!) y un apriete de tornillería
nunca sobra.
Y lo más importante: ¡no dejes la revisión para el último día!
Recuerda que las motos siempre se averían al día siguiente de la
visita al taller (esto es una ley física infalible) y que conviene hacer
por lo menos 200 kilómetros con la moto (para cerciorarse de que
todo va bien) antes de salir de viaje.
¿POR DÓNDE VAMOS?
Sí, no queda más remedio que hacerse con un buen mapa. Y la cosa
está difícil si vais al extranjero. Si el destino es otro país de Europa
no os queda más remedio que visitar una buena librería especializada
en cartografía e ir comparando hasta elegir el que mejor pinta tenga
(que no siempre será el mejor). Esto, o perderte buscando mapas en
Internet.
La escala ideal para hacer carretera es 1:200.000. Si vais a los USA
lo tenéis a huevo, os compráis en el primer revistero yanqui el Rand
Mcnally Road Atlas y os despreocupáis del asunto. Si vais a África o a
la extinta Unión Soviética no os compréis un mapa, compraos un AK-
47 y varias cajas de munición. Si vais a Sudamérica, pasad de mapas
y preguntad a los nativos; ¡cualquier ocasión es buena para
desarrollar la habladera que todo latinoamericano lleva dentro!
Y si vais a España la cosa se pone fácil. Para planear el viaje lo mejor
es visitar www.guiacampsa.com (si tienes Internet) o una oficina muy
graciosa que seguro que hay en la capital de tu provincia y que da en
llamarse Instituto Geográfico Nacional. Allí te compras mapas
provinciales 1:200.000 si vas por carretera o los típicos de 1:25.000
y 1:50.000 si quieres aventurarte por el campo. Está fenomenal y es
barato.
¿POR DÓNDE VOLVEMOS?
Pero vamos a ver, ¿tú eres idiota, o qué te pasa? Si hacemos un viaje
es con la esperanza de no tener que volver a la misma rutina de
siempre. Tú planea el viaje hasta el destino, que de la vuelta ya se
encargará la providencia. Suerte, y ¡BUEN VIAJE!
Invitado- Invitado
Re: VIAJE LARGO
GRACIAS GENTE ! espero que salga todo bien, fotos seguro, el tema va a ser subirlas, no tengo ni idea , la tecnologia me atropella ! algun dia voy a aprender.
Invitado- Invitado
Re: VIAJE LARGO
bueno, llegue tarde, ya te dijeron todo, solo te puedo desir, pasala de 10, y hace de ese viaje una experiencia de vida inolvidable!!!saludos y buena ruta!!!
Invitado- Invitado
Re: VIAJE LARGO
Turco... te movi el tema de lugar ya que estaba mal posteado...
Como el viaje aun no fue realizado y esta en etapa de organizacion... no se puede poner en la seccion "viajes por argentina"
Una vez que lo hallas realizado... ya se puede publicar por aquellos lados!
Gustavo (James)
Como el viaje aun no fue realizado y esta en etapa de organizacion... no se puede poner en la seccion "viajes por argentina"
Una vez que lo hallas realizado... ya se puede publicar por aquellos lados!
Gustavo (James)
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